Probablemente el trigo sarraceno te dará miedo si eres celiaco o intolerante al gluten. Pero a pesar de su nombre, el trigo sarraceno no es trigo. Es sin gluten, y es seguro para las personas con enfermedad celíaca y sensibilidad al gluten no celíaca.
De hecho, el trigo sarraceno y el trigo provienen de familias botánicas completamente diferentes. Las semillas de alforfón son técnicamente el fruto de una planta llamada Fagopyrum esculentum; Mientras que las bayas de trigo son las semillas maduras de las plantas del género Triticum.
¿Por qué comer trigo sarraceno?
Hay un montón de buenas razones para consumirlo, no solo por que no contenga gluten. Es una rica fuente de proteínas, vitaminas B y rica en fósforo, potasio, hierro, calcio y lisina.
También es una buena fuente de fibra: una porción de una taza de trigo sarraceno cocido proporciona 17 gramos de fibra dietética (debemos obtener 25 a 35 gramos de fibra todos los días). También contiene 22 gramos de proteína. Dado que obtener suficiente fibra cuando no se puede comer gluten puede ser difícil, comer trigo sarraceno puede ayudar.
Las semillas de trigo sarraceno son una fuente muy rica de fibra dietética soluble e insoluble. 100 g proporcionan 10 g o 26% de la necesidad diaria de fibra. La fibra aumenta la mayor parte de los alimentos y ayuda a prevenir los problemas de estreñimiento al acelerar los movimientos intestinales a través del intestino. La fibra también se une a las toxinas y ayuda en su excreción a través del intestino y por lo tanto, ayudar a proteger la mucosa del colon de los cánceres. Además, las fibras dietéticas se unen a sales biliares (producidas a partir de colesterol) y disminuyen su reabsorción en el colon, ayudando así a disminuir los niveles séricos de colesterol LDL.
Incluso hay alguna evidencia de que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol, al igual que la harina de avena parece hacer. Esto puede ser algo para recordar si también reaccionan a la avena (algunas personas que no pueden tener gluten también necesitan evitar la avena), o incluso si sólo desea una alternativa a su plato diario de harina de avena.
Los granos de alforfón componen proporcionalmente más almidón que otras semillas similares como la quinoa y el amaranto. 100 g de semillas de este proporcionan 343 calorías. Sus granos son fuentes moderadas de energía. El contenido calórico de las semillas también puede compararse con el de los principales cereales como el trigo, el maíz, el arroz y el de los legumbres como el garbanzo, etc.
El nivel de proteína en los granos de trigo sarraceno está en el rango de 11-14 g por 100 g; Relativamente menos que en quinoa y legumbres. No obstante, compone casi todos los aminoácidos esenciales a proporciones correctas, especialmente la lisina, que de otro modo es un aminoácido limitante en granos como trigo, maíz, arroz, etc.
Por último, el trigo sarraceno tiene más concentración de minerales como el cobre y el magnesio. El cobre es necesario para la producción de glóbulos rojos. El magnesio relaja los vasos sanguíneos que conducen al cerebro y se encuentra que tiene efectos muy beneficiosos sobre la depresión y el dolor de cabeza.