En la actualidad, estudios realizados en animales han demostrado que todos los edulcorantes artificiales son dañinos para el ADN y el correcto funcionamiento de las bacterias intestinales.
Los edulcorantes artificiales pueden ser perjudiciales
Entre ellos, destacaremos la sucralosa, sacarina, aspartamo, acesulfamo potásico. Estos edulcorantes, están muy presentes en productos que consumimos con regularidad
El consumo excesivo de estos edulcorantes, puede causar un mal funcionamiento de nuestras flora intestinal. Esto puede causar una mala regulación de los azucares y de otros hidratos de carbono.
Ariel Kushmaro, Ph.D., profesor de biotecnología microbiana en la Universidad Ben-Gurion y autor principal del estudio, declaró lo siguiente:
Los edulcorantes pueden ser dañinos para nuestros genes
Encontró, qué los edulcorantes artificiales tienen efectos tóxicos en las bacterias intestinales. Hubo diferencias individuales en el tipo y la cantidad de daño que ocasionaron. Por ejemplo:
La sacarina causó el daño más grave y extenso, al exhibir efectos tóxicos para las células y daña la información genética en ellas (lo que puede causar mutaciones).
El aspartamo y el acesulfamo potásico causan daños en el ADN, pudiendo afectar en enfermedades genéticas en las generaciones venideras.
La sucralosa también nos puede aportar una serie de perjuicios graves para nuestra salud.
Especial cuidado con la sucralosa.
Este estudio fue realizado en ratas y conejos de laboratorio. Certificando un aumento de patologías y síntomas derivados de enfermedades. Las patologías que destacaron en este estudio con animales serian las siguientes:
Puede ser peligrosa en lo referente a nuestros genes y en el ADN. Puede causar alteraciones genéticas, causando daños notables en las próximas generaciones.
Genera compuestos tóxicos cuando se somete a altas temperaturas, por ejemplo al ser usada para cocinar.
Un consumo alto de sucralosa puede causar daños en las bacterias intestinales, necesarias para una correcta digestión y absorción de los nutrientes.
Puede generar anémia. La disminución de glóbulos rojos en la sangre. Estos son vitales para el transporte de nutrientes a todos los órganos del cuerpo.
Enfermedades relacionadas con el aparato reproductor. Generando infertilidad masculina y mayor número de abortos para el genero femenino.
Hiperplasia en los riñones. aumento significativo de su tamaño
Una tasa de mortalidad significativamente mayor.
Relación con la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
El estudio en cuestión analizó cómo los diferentes tipos de edulcorantes como la glucosa, aspartamo y acesulfamo potásico.
Afectan al almacenamiento de energía. Estos se acumulan en la sangre, lo que daña el revestimiento de los vasos sanguíneos en mayor grado.
Al final esta obturación puede causar enfermedades cardiovasculares, obturación de las arterias, coágulos en sangre….
Relación con el aumento de peso
Los edulcorantes artificiales estimulan el apetito, aumentan los antojos de consumo de hidratos de carbono. si esa energía no se consume. Este almacenamiento será dañino, promocionando el almacenamiento de grasa y aumento de peso.
El organismo no se dejara engañar.
Este estudio, certifico que cuando comemos algo que tiene sabor dulce nuestro cerebro libera dopamina, incrementando la sensación de placer.
También, se liberará la hormona reguladora del apetito, la leptina. Esta le comunicará a su cerebro que está “satisfecho” cuando haya consumido cierta cantidad de calorías.
Recalcar, que estos edulcorantes, aunque tengan cero calorías mantendrán activa la vía cerebral del placer, sin nada que la pueda desactivar. Esta situación sucede porque, las calorías nunca ingresan a su organismo.
Por tanto, intentaremos hacer creer al organismo que consume calorías. Aunque el cuerpo continúa señalando que necesita más, lo que genera antojos de carbohidratos.
Esta situación, puede generarle cierta ansiedad, que si no es controlada, revertirá la situación haciendo consumir calorías hasta sentirse saciado.
Hay que tener en cuenta que, la clave para tener una vida saludable es mantener un equilibrio. No excederse con este tipo de productos.
Recuerda, que una buena alimentación, acompañada de un ejercicio físico regular y el descanso son la base para mantener un organismo más sano y menos propenso a enfermar.